El aceite es uno de los elementos básicos a la hora de cocinar, por lo que conocer su composición y valor nutrimental es sumamente importante para lograr cubrir las necesidades que el organismo requiere día a día para trabajar óptimamente y mantener una buena salud.
Y es que, si buscas el aceite comestible de mejor calidad, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) exhibió a diferentes marcas por ofrecer el producto adulterado.
En un estudio realizado por el organismo, que se hizo viral en redes sociales esta semana, la Profeco reveló cuales marcas no ofrecen aceite puro o bien está adulterado.
Entre los productos analizados se encontraban nueve de aguacate, 14 de ajonjolí, dos de cacahuate y siete de uva, de estos, la Profeco detectó que seis marcas que venden productos adulterados:
- San Lucas, Aceite de pepita de uva, presentación de 500 ml.
- Cate de mi corazón, Aceite de aguacate Mediterráneo, presentación de 250 ml.
- Avocare, Aceite de aguacate 100% de origen natural, presentación de 250 ml.
- Cate de mi corazón, Aceite de aguacate, presentación de 250 ml y 500 ml.
Mientras que, en cuanto al contenido neto, 2 productos no cumplieron con sus declaratorias:
- Satoru, Aceite de ajonjolí de 275 ml.
- La cocina verde, Aceite de ajonjolí orgánico de 520 ml.
La Profeco consideró a esos productos como “adulterados” porque no son puros y contienen otros tipos de aceites.
Además, también se reprobó a los aceites vegetales de uso común por contener menos producto del que afirma tener o mentir en sus ingredientes:
- D’ Artana
- Navarra
- Mazola
- Olivos Mendoza
- Demor
- Sin embargo, la Profeco hizo una recomendación a los consumidores, a fin de utilizar otras alternativas a las que ya existen en el mercado e invitó a preparar los alimentos con aceites vegetales de girasol, oliva, maíz, canola, soya, cacahuate y cártamo.
Todos los anteriores contienen grasas buenas para el cuerpo y menos grasas saturadas, responsables de elevar el colesterol e incrementan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Fuente: Excelsior