El origen del pepino se ubica en las regiones tropicales del sur de Asia. En la India se ha cultivado desde hace aproximadamente 3000 años. La primera mención literaria que se hace del pepino se encuentra en el cuarto texto más antiguo de la India, el Atharvaveda.

En México, esta hortaliza se produce a nivel nacional más de un millón 038 mil toneladas, en 29 estados de la república, donde destacan Sinaloa, Sonora y Morelos como los principales productores. Dentro de esta producción se producen diferentes variedades como: americano, americano-chino, blanco, europeo, persa y pickle.

Es una hortaliza de bajo aporte calórico debido a su reducido contenido en hidratos de carbono, en comparación con otras hortalizas, y a su elevado contenido de agua, aporta fibra, pequeñas cantidades de vitamina C, provitamina A y de vitamina E, y, en proporciones aún menores, vitaminas del grupo B tales como folatos, B1, B2 y B3.

El pepino debe consumirse inmaduro debido a que con la maduración pierde su tersura, adquiere un color amarillento y altera su sabor. Al elegir un pepino se recomienda aquellos con una piel verde más oscura, sin manchas amarillas ni defectos, al tacto debe tener una textura firme y homogénea.

Esta hortaliza no tolera temperaturas extremas, por lo que no son aptos para congelar ya que se ablandara su pulpa.