Llega el frío, y todos sabemos lo que eso significa: es la temporada de la gripe y los resfriados, cuando parece que todo el mundo está estornudando, moqueando o algo peor. Es casi como si los molestos gérmenes del resfriado y la gripe llegaran con la primera ráfaga de invierno.
Sin embargo, los gérmenes están presentes todo el año: basta recordar el último resfriado de verano. Entonces, ¿por qué la gente se resfría más, tiene más gripe y ahora covid-19 cuando hace frío?
En lo que los investigadores califican de avance científico, los autores de un nuevo estudio podrían haber descubierto la razón biológica por la que contraemos más enfermedades respiratorias en invierno. Resulta que el propio aire frío daña la respuesta inmunitaria que se produce en la nariz.
«Es la primera vez que tenemos una explicación biológica y molecular de un factor de nuestra respuesta inmunitaria innata que parece verse limitada por las temperaturas más frías», afirma la rinóloga Zara Patel, profesora de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, California. Patel no participó en el nuevo estudio.
De hecho, reducir la temperatura del interior de la nariz en tan solo 5 °C mata a casi el 50 % de los miles de millones de células que combaten virus y bacterias en las fosas nasales, según el estudio publicado este martes en The Journal of Allergy and Clinical Immunology.
«El aire frío se asocia a un aumento de las infecciones virales, porque se ha perdido la mitad de la inmunidad solo por ese pequeño descenso de la temperatura», afirma el Dr. Benjamin Bleier, rinólogo, director de Otorrinolaringología del Massachusetts Eye and Ear y profesor asociado de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston.
«Es importante recordar que se trata de estudios in vitro, lo que significa que, aunque se utiliza tejido humano en el laboratorio para estudiar esta respuesta inmunitaria, no es un estudio que se lleve a cabo dentro de la nariz real de alguien», dijo Patel en un correo electrónico. «Con frecuencia los hallazgos de los estudios in vitro se confirman in vivo, pero no siempre».
Como patear un panal de avispas
Para entender por qué ocurre esto, Bleier y su equipo y el coautor Mansoor Amiji, que preside el Departamento de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad Northeastern de Boston, emprendieron una pesquisa científica.
Un virus respiratorio o una bacteria invaden la nariz, el principal punto de entrada en el organismo. Inmediatamente, la parte frontal de la nariz detecta el germen, mucho antes de que la parte posterior se percate del intruso, según descubrió el equipo.
En ese momento, las células que recubren la nariz empiezan a crear miles de millones de copias simples de sí mismas, llamadas vesículas extracelulares o VE.
«Las VE no pueden dividirse como las células, pero son como pequeñas versiones en miniatura de células diseñadas específicamente para ir a matar a estos virus», explica Bleier. «Las VE actúan como señuelos, así que ahora cuando inhalas un virus, el virus se pega a estos señuelos en lugar de pegarse a las células».
Esos «mini señuelos» son expulsados por las células a la mucosidad nasal (sí, mocos), donde detienen a los gérmenes invasores antes de que puedan llegar a su destino y multiplicarse.
«Se trata de una de las partes del sistema inmunitario, si no la única, que sale del cuerpo para combatir las bacterias y los virus antes de que lleguen al organismo», explica Bleier.
Una vez creadas y dispersas en las secreciones nasales, los miles de millones de VE empiezan a atacar a los gérmenes merodeadores, explica Bleier.
«Es como si pateas un panal de avispas, ¿qué ocurre? Puede que veas unos cuantos avispones volando alrededor, pero cuando le das una patada, todos salen volando del nido para atacar antes de que ese animal pueda entrar al panal», explicó. «Así es como el cuerpo absorbe estos virus inhalados para que nunca puedan entrar en la célula en primer lugar».
Un gran aumento del poder inmunológico
Según el estudio, cuando se ve atacada, la nariz aumenta la producción de vesículas extracelulares en un 160%. Había diferencias adicionales: las VE tenían muchos más receptores en su superficie que las células originales, lo que aumentaba la capacidad de frenar el virus de los miles de millones de vesículas extracelulares de la nariz.
«Imagínense los receptores como pequeños brazos que sobresalen e intentan agarrar las partículas víricas al respirarlas», explica Bleier. «Y descubrimos que cada vesícula tiene hasta 20 veces más receptores en la superficie, lo que las hace superpegajosas».
Las células del cuerpo también contienen un asesino viral llamado microARN, que ataca a los gérmenes invasores.
Sin embargo, las VE de la nariz contenían 13 veces más secuencias de microARN que las células normales, según el estudio.
Así que la nariz llega a la batalla armada con algunos superpoderes extra. Pero ¿qué ocurre con esas ventajas cuando llega el frío?
Para averiguarlo, Bleier y su equipo expusieron a cuatro participantes en el estudio a 15 minutos de temperaturas de 4,4 °C y luego midieron las condiciones dentro de sus cavidades nasales.
«Lo que descubrimos es que cuando uno se expone al aire frío, la temperatura de la nariz puede descender hasta 5 °C. Y eso es suficiente para anular las tres ventajas inmunitarias de la nariz», explica Bleier.
De hecho, ese poco de frío en la punta de la nariz fue suficiente para dejar fuera de combate a casi el 42 % de las vesículas extracelulares, señaló Bleier.
«Del mismo modo, tienes casi la mitad de la cantidad de esos microARN asesinos dentro de cada vesícula, y puedes tener hasta una caída del 70 % en el número de receptores en cada vesícula, haciéndolas mucho menos pegajosas», dijo.
¿Cómo afecta esto a tu capacidad para combatir los resfriados, la gripe y el covid-19? Según Bleier, reduce a la mitad la capacidad del sistema inmunitario para combatir las infecciones respiratorias.
No hace falta llevar un calcetín para la nariz
Resulta que la pandemia nos dio exactamente lo que necesitamos para combatir el aire frío y mantener alta nuestra inmunidad, afirma Bleier.
«Las mascarillas no solo te protegen de la inhalación directa de virus, sino que también es como llevar un suéter en la nariz», dijo.
Patel se mostró de acuerdo: «Cuanto más cálido sea el ambiente intranasal, mejor podrá funcionar este mecanismo de defensa inmunitaria innata. ¡Otra razón más para usar mascarillas!», dijo.
En el futuro, Bleier espera que se desarrollen medicamentos nasales tópicos basados en esta revelación científica.
Estos nuevos fármacos «básicamente engañarán a la nariz haciéndole creer que acaba de ver un virus», afirma.
«Al tener esa exposición, tendrás todos estos avispones adicionales volando por tu mucosa protegiéndote», añadió.
FUENTE: CNN