La histamina es un neurotransmisor importante que cumple funciones vitales en el ciclo sueño-vigilia, y es muy relevante para la supervivencia.
La histamina es una molécula que fabricamos dentro de las células de nuestro cuerpo, por ejemplo, en las neuronas, las plaquetas, las células gástricas, entre otras. “La histamina pertenece al grupo de las aminas biógenas, que son moléculas generadas por agentes biológicos, señala Isabel Ojeda Fernández, alergóloga de la Clínica Ojeda de Madrid.
Además, la histamina interviene en diferentes procesos en nuestro organismo. En este sentido, la doctora Ojeda destaca que cumple tres funciones principales. Por un lado, es un medidor inflamatorio.
Así, describe que “los mastocitos y los basófilos (dos tipos de glóbulos blancos), que liberan histamina en la sangre y en los tejidos cuando entra un enemigo en el organismo, por ejemplo, virus, bacterias, parásitos o veneno de insectos.
“En el caso de las personas alérgicas, lo que el organismo identifica como un enemigo es la sustancia que causa la alergia, que puede ser ambiental (como en el caso del polen), puede ser un alimento o también un medicamento. Por otro lado, la histamina producida por las células gástricas interviene en la producción de ácido clorhídrico, una sustancia que forma parte de los jugos gástricos”, añade la experta.
Además, la histamina “es un neurotransmisor importante que cumple funciones vitales en el ciclo sueño-vigilia, mantiene al organismo alerta y es muy relevante para la adaptación a cambios en el entorno y, por lo tanto, para la supervivencia”, describe la alergóloga, quien es miembro de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Cuando la histamina ‘está de cabeza’
Los problemas comienzan cuando la cantidad de histamina en sangre es mayor de lo normal.
Ojeda aclara que esto puede deberse a varias causas: “Una, por un exceso de liberación de histamina interna, como en el caso de las enfermedades alérgicas”.
Otra causa “es el aumento de la ingesta de histamina externa, como ocurre en los casos de escombroidosis y de sobrecrecimiento bacteriano intestinal, que se debe a la ingesta de pescado azul contaminado con bacterias que inducen la formación de grandes cantidades de histamina”, manifiesta Ojeda.
La tercera causa del aumento de histamina en sangre puede deberse a enfermedades intestinales que dañen la mucosa, como la enfermedad celiaca, la colitis ulcerosa o la gastroenteritis.