Un equipo internacional de investigadores dio un paso importante hacia la creación y venta de silla de ruedas controladas por la mente, lo que ayudaría a personas con limitación de movimientos a desplazarse de manera más eficiente.
El estudio —publicado en iScience y en el que participaron autores de universidades de Alemania, Reino Unido, Italia, Suiza y Estados Unidos— explica cómo tres personas con discapacidad motora por tetraplejia lograron controlar una silla de ruedas inteligente con la mente para moverse.
Con distinto grado de rendimiento, los participantes lo consiguieron tras un entrenamiento de meses y tres sesiones a la semana (tenían que controlar una retroalimentación visual que imitaba un volante que giraba a la izquierda o a la derecha) y gracias a un equipamiento no invasivo (sin implantes) de interfaz cerebro-máquina.
Los tres sujetos usaron una gorra con electrodos que registraban la actividad eléctrica del cerebro, mientras un amplificador mandaba estas señales a una computadora que las ‘traducía’ en forma de movimiento. Así, esto podría suponer un indicio de la viabilidad comercial de sillas de ruedas inteligentes manejadas por la mente.
«Demostramos que las personas que serán los usuarios finales de este tipo de dispositivos son capaces de navegar en un entorno natural con la ayuda de una interfaz cerebro-máquina», asegura José del R. Millán, director de la investigación, recoge la Universidad de Texas.
La silla de ruedas es capaz de evaluar la dinámica de aprendizaje a lo largo de varios meses
Como contextualiza la institución, el cerebro de una persona con parálisis no es capaz de dar órdenes al cuerpo para que se mueva; sin embargo, sigue activo. El papel de esta interfaz es mediar entre ambos para captar y facilitar ese movimiento.
«Hasta donde sabemos, este es el único informe de una silla de ruedas impulsada por ICM (interfaz cerebro-máquina) que al mismo tiempo incluye a varios usuarios finales con discapacidades motoras graves; evalúa la dinámica de aprendizaje a lo largo de varios meses; emplea un ICM de ritmo propio, independiente de los estímulos externos, y lo evalúa en un escenario casi ecológico, fuera de un entorno controlado de laboratorio», describen los autores en el estudio.
«Demostramos que tres usuarios tetrapléjicos con lesión medular pudieron ser entrenados para manejar una silla de ruedas no invasiva, controlada por el pensamiento y ejecutar tareas de navegación complejas». Los científicos también demostraron que «es posible un control continuo y hábil de los robots a través de canales de control de bajo grado de libertad, discretos e inciertos», mediante la «combinación de inteligencia humana y artificial», añaden.
Los autores, que admiten algunas limitaciones en la investigación y la necesidad de más estudios; sin embargo, concluyen que «esto representa un avance crítico hacia el uso doméstico y clínico de la tecnología de movilidad asistida controlada por el cerebro».
Fuente: Business Insider