Hace tiempo Apple anunció que dejaría de incluir audífonos y cargadores en sus celulares, argumentando que era una medida para reducir su impacto al medio ambiente.
Dicha estrategia ha generado una gran polémica, ya que otras compañías han seguido sus pasos y también han hecho otras cosas, como reutilizar materiales, reciclando dispositivos o minimizar el desperdicio en cada etapa de fabricación.
Por lo que el documento “Teléfonos inteligentes y economía circular: creando un futuro sostenible”, de Counterpoint Research, ha indicado que la producción de un dispositivo es responsable de aproximadamente el 80% de la huella de carbono total en su ciclo de vida y, por lo tanto, es la etapa más vital.
De acuerdo con Forbes, cada una de las compañías de celulares se ha desempeñado de manera diferente en las tres etapas principales de la economía circular: producción, uso y fin de la vida de los teléfonos.
La consultora indica que los fabricantes se han concentrado y publicitado más la parte de la fabricación, dando pie a que los materiales sean remplazados por componentes ecológicos, mientras que los envases biodegradables y ecológicos son la norma ahora, incluso los mecanismos de ahorro de agua se están respetando en todo el proceso.
Aunque marcas como Samsung, Apple y Oppo han comenzado a propagar los beneficios ambientales a través de sus iniciativas en la producción y las iniciativas son un gran paso en la dirección correcta, la firma precisa que los ingresos y las ganancias siguen siendo los objetivos principales.
Respecto al tiempo de uso, Counterpoint expone que la mayoría de las marcas trabajan para motivar a los consumidores a reemplazar sus dispositivos con versiones más nuevas; pero debido a sus esfuerzos de sustentabilidad, deben mantener un equilibrio entre atraer al consumidor y salvar el medio ambiente.
“Si bien Apple obtiene un puntaje alto en longevidad general, actualizaciones e innovaciones hacia la sostenibilidad, Samsung obtiene un puntaje más alto en reparación, eficiencia energética y redes posventa. Al final, depende de cuánto tiempo un consumidor elija usar un dispositivo”, destaca la firma.
Quizá el mayor reto está en el final del eslabón. La consultora asegura que las empresas tienen mucho que hacer cuando se trata de recuperar sus teléfonos inteligentes una vez que su vida útil llega a su fin, ya que es necesario que los equipos de segunda mano vuelvan al sistema para manejarlos de manera sostenible.
Si bien el mercado global de reacondicionados ha crecido a pasos agigantados en los últimos años, tan solo en 2021 avanzó un 15%, las iniciativas de los fabricantes sobre su recuperación, reacondicionamiento y reducción de desechos electrónicos son bastante limitadas, incluso las mejores marcas no son lo suficientemente activas para retirar sus existencias usadas.