Las mascotas son esenciales en la vida de las personas, ya que se crean vínculos muy fuertes, sin importar que sean gatos, perros, hamsters, conejos, entre muchos más.
Las relaciones humanas con los animales que conviven en los hogares pueden llegar a ser tan grandes que es complicado desprenderse emocionalmente.
La convivencia entre las mascotas y sus amos tienen un ciclo, por lo general, este se cumple cuando el animalito muere. Sin duda, el deceso de una mascota puede resultar sumamente complicado para quien se hace cargo o, incluso, para familias enteras.
Por lo general, cuando un humano muere los familiares deben seguir diversos procesos para que la persona fallecida pueda tener un descanso adecuado. En el caso de los animales, los dueños deben seguir los mismos pasos con el de que su mascota pueda tener un lugar digno donde pueda descansar.
De acuerdo con el portal Animal´s Health, las personas que se hacen cargo de los animales deben reflexionar qué harán con el cuerpo de su mascota, sin duda existe la posibilidad de enterrarla, esto representa una opción peligrosa.
¿Por qué representa un peligro?, según los expertos, si la mascota murió a causa de una enfermedad y es enterrado, siempre existirá la posibilidad de que puedan ser contagiados otros animales o humanos, ya que sus restos pueden transmitir parvovirus, toxoplasmosis y salmonelosis.
Ante este escenario, los veterinarios aconsejan que el animal en cuestión sea cremado, al hacerlo, se evitan contagios de otros animales, así como humanos, pero también se evita la contaminación ambiental, un tema que muchas veces se pierde de vista.
La opción de cremar a las mascotas es parte de la iniciativa de respeto con el medioambiente, por lo que existen varias empresas que utilizan hornos ecológicos para tal acción, por lo general los crematorios están disponibles en diferentes lugares del país.
Sin duda, el tema no es sencillo de abordar para muchas personas, ya que nunca se está preparado para poder decirle adiós a una mascota, pero es recomendable que ante las dudas que se tengan acudan con los expertos para recibir orientación.
Existe toda una amalgama de urnas y maneras de conservar los restos de tu compañero, metálicas, de cerámica, madera, no obstante, existen opciones más especiales y curiosas como la posibilidad de ponerle fotos a la urna a modo de marco, que sea un portavelas, que tenga forma de gato o perro.
Tanto para personas como para mascotas, están en tendencia las llamadas urnas biodegradables–elaboradas en materiales como cartón, madera, aglomerado de sal o tierra– donde se introducen las cenizas para después poder ser lanzadas al mar o enterradas. Una de las más conocidas es la urna bio –para que tu y tus seres queridos se transformen en un árbol–, la cuál cuenta con un depósito en la parte de abajo, en el van las cenizas y donde el árbol echará sus raíces, y encima un compartimento con la tierra y las semilla.
Sin embargo la mayoría de la gente quiere quedarse con las cenizas para esparcirlas en algún lugar especial, sin embargo, siempre se quieren quedar con una pequeña representación. Aquí es donde entra en juego la opción de los relicarios o las joyas. Estas piezas poseen un tornillo en la parte trasera para poder introducir las cenizas en el interior del collar o el anillo.
Otra opción son aquellas que simulan piedras como el ámbar y, en cuyo interior contienen filamentos del ADN del animal. Aunque, sin duda, la opción más original y por todo lo alto es esparcir las cenizas de tu mascota por el espacio exterior, como ya ofrecen algunas empresas, al igual que se hace con humanos.
Fuente: La Vanguardia